No sé ustedes, pero yo lo voy a extrañar.-

El conductor de televisión Jorge Guinzburg murió hoy, a los 59 años, después de estar desde el jueves internado en el sanatorio Mater Dei. El periodista, humorista y conductor había sido internado debido a una infección pulmonar que lo afectada desde niño, y lo tuvo a maltraer durante 2007. Una semana atrás se había quebrado una vértebra. Esta última internación que lo mantuvo alejado de sus actividades como las anteriores veces fue consecuencia de un problema histórico que, según él mismo, era “un resabio de su infancia que cada tanto juega una mala pasada”. Guinzburg estaba casado Andrea Stivel y tenía dos hijos: Sasha, de 19 años, y Ian, de 17. En televisión fue autor, conductor y productor de numerosos ciclos humorísticos y periodísticos, como por ejemplo La noticia rebelde , Peor es nada y La Biblia y el calefón, con el que volvió en enero de 2008 con el que tranformaba sus entrevistas en momentos de pura risa. Actualmente se desempeñaba como conductor del programa matutino Mañanas informales, donde trabajaba con su mujer Andrea como productora y con sus compañeros Ernestina Pais, Gastón Recondo y el Payaso Mala Onda. En septiembre de 2007 cumplió 500 programas en el aire. El ciclo de Mañanas informales en 2008, que comienza el 17 de marzo, será conducido por Ronnie Arias, cuestión que ya estaba prevista por el mal estado de salud de Guinzburg.
El recuerdo de sus amigos: "La mejor manera de recordarlo es que las cosas que el comenzó, sigan", dijo Enrique Pinti en relación a la continuación del programa.
"Siempre que estaba con él, uno tenía que reírse", destacó Nacha Guevara. Y contó que quedaron en el camino muchos proyectos que tenían juntos, que espera que puedan seguir adelante.
"Era una persona formidable, encantadora y la verdad es que nos mata a todos anímicamente", así lo recordó Guillermo Francella.
En tanto, China Zorrilla expresó que Guinzburg “tenía un dominio del humor, que es una cosa muy difícil, y él nunca se pasaba de los límites. Era una cosa fantástica, no lo puedo comparar con ningún humorista. (…) Yo era una gran admiradora (…) Era inteligente, estaba al tanto de todo, no le faltaba nada. (…) Sus preguntas eran excelentes, era un fenomenal periodista. Verlo era una fiesta”.

(tomado del diario la nacion)